Imagen: Irán Torres
Por: Aarón Alvarado
El fútbol puede ser sumamente injusto, algunas veces para el beneficio de tu equipo y otras tantas lo perjudica.
Hoy Martes 13 de Septiembre, se volvió a demostrar: Chivas terminó cayendo ante Tigres con un marcador escandaloso de cuatro goles contra uno.
Si nos fijamos en el marcador, pensamos que los regios no tuvieron rival, pero este fue un partido atípico. De manera paradójica, el equipo que más propuso es el que terminó goleado en su propio estadio.
Cuando mejor jugaba Chivas, llegó el error del peruano Santiago Ormeño: una recepción de trámite se le complicó, exhibiendo una vez más su falta de técnica, y de ahí aprovechó Vigón para tirar al arco y vencer a Miguel Jiménez, que dio la impresión de poder hacer algo más.
El segundo tanto, nació de un error de Fernando Beltran, que le dejó el balón a Vigón una vez más y no dudó en mandarlo a guardar.
La tercera anotación fue producto de in rebote concedido por Miguel Jiménez (firmando así su segundo error), que aprovechó Aimar.
Y el cuarto gol llegó por parte de Thauvin.
Chivas recibió su premio en los minutos finales del partido, donde Ángel Zaldivar metió el de la honra desde los linderos del área.
La directiva Rojiblanca debe de estar ocupada en traer refuerzos, ya que en este partido, salieron a relucir los pequeños detalles que terminan siendo importantes a la hora de aspirar por el campeonato.